Sigo por donde lo dejé el otro día...
Un 6 de febrero de 2011 me
hice una prueba de embarazo. Positivo. ¡Estaba embarazada!
Tras el shock
inicial porque los niños se llevarían 22 meses disfruté un montón de mi
embarazo. Ni una complicación. Además sería una niña. Mi D. A las 35
semanas empecé a tener la tensión muy alta. No era preeclampsia pero me tenían
muy controlada. Tras varias idas y venidas a Urgencias por subidones de
tensión, un viernes 7 de Octubre de 2011 me indujeron el parto. Estaba de 38
semanas. El parto también es otra historia pero fue rápido y me sentí muy
poderosa. Me había informado, ya no era la que era cuando nació Saúl y tenía
las cosas claras. Pero tenía claro que no iba a sufrir por el pecho también.
¡Qué error! No me había empoderado lo suficiente…
Nada más nacer, mi número 2 vino directa al pecho. Era
tan preciosa… Una buena matrona me ayudó con la postura y se enganchó sin pezoneras
en ambos pechos. Pero su turno terminaba y las enfermeras de planta otra vez sabían
bastante poco de lactancia materna. Otra vez grietas, otra vez pezoneras, otra
vez biberones,… Se puede decir que mi mediana salió del hospital con un biberón
debajo del brazo.
En casa seguí intentándolo con la lactancia materna. Mi
marido empezó a trabajar a los dos días así es que mi madre vino a pasar otra
vez unos días a casa. La lactancia funcionó hasta que mi madre volvió a su
casa. Otra vez tuve fiebre y mastitis. Y el miedo pudo conmigo. Fui al ginecólogo
a por la receta de las pastillas para cortar la leche y las compré. Tarde un
par de días en tomármelas porque aún me aferraba a dar el pecho. Pero
cuando me vi sola con dos bebes y con dolores no resistí y me las tomé. Daniela
tenía 15 días.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQBMhrcg-xji-RHNWsBHpp-0poncaSguxZtf2Z6fGAf5CHwckJ7G8C00f_6Dhm1EdKI5E-fbYmOeJkfq3Tc3PkffWvKLWGmgsm9zUglJyTTpa0pnvKuWLieNyaXrui5EeeGmiF3tOfGg/s320/file002370.jpg)
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