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lunes, 29 de febrero de 2016

FRASES QUE NO SOPORTO QUE LES DIGAN A MIS HIJOS

¿No habéis tenido la sensación alguna vez de ser raras? Aún sabiendo que no estás loca ni nada por el estilo... Yo a veces alucino con las barbaridades que se les dicen a los niños. Bueno, no voy a generalizar, con las barbaridades que les dicen algunas personas a los niños. No lo había pensado tan fríamente nunca. Me molestaba en el momento pero luego no volvía a pensar en ello, pero es que lo de este fin de semana ha sido mucho. Y yo se que no se lo dicen con mala intención, pero es que de verdad, para conseguir la igualdad de verdad hay que superar todas estas cosas y los adultos tenemos en nuestras manos que la siguiente generación sea la que lo consiga.

Pues mi enfado empieza cuando el sábado le dicen a mi hijo mayor, y no solo una vez, sino varias:

- No pidas las cosas llorando como si fueras una niña. Que los niños no lloran.

Pero ¿estamos locos o qué? Los hombres también lloran y llorar no es malo. Y hay niñas que no lloran porque tienen otro carácter. Y llorar no es malo. La cantidad de mentiras que hay en esa frase. Y un niño de 6 años es como una esponja. Y yo quiero que mi hijo llore, sienta y que mis hijas también pero no por ser niñas o niños, sino por ser seres humanos. Es que estoy harta de tanto machismo. Y no, no quiero que mi hijo piense que las mujeres son débiles o que los hombres no pueden llorar.

Pero esta no es la única perlita, hubo más.

- Los niños no juegan con muñecas ni las niñas al fútbol.

¿Y esta tontería? Sí, Jefe Indio adora el fútbol pero Jefa India no es que haya jugado especialmente con muñecas. Nació rodeada de coches que es lo que le gustaba a su hermano en esa época. Y jugó con coches y con animales y también con las muñecas que había por casa de su hermano. Y es verdad que Jefa India ahora juega mucho con muñecas. Pero es que hay un bebé (o ha habido, que Pequeña India ya tiene un año) y ella es muy de juego simbólico, así es que está todo el día cambiándole el pañal a sus muñecas, dándoles teta y bañándolas. Pero Jefe Indio se apunta al juego muchas veces y las pasea en el carro, las portea, las duerme en brazos y las cambia el pañal también. Y no hay nada de malo en jugar a ser padres, así van practicando para dentro de muchos años. De hecho, hoy ha subido una vecina a casa y los tres estaban jugando al Pin&Pon tan contentos.



Lo que no hemos podido conseguir es que Jefa India juegue al fútbol pero es que ella es muy tranquila y de momento el deporte no le va mucho. Prefiere la danza y ahora lleva un tiempo diciendo que quiere aprender a patinar.

Y hubo muchas otras pero dan para otro post. Casi todas en relación con su hermana pequeña.

- No llores como tu hermanita que es un bebé.

- Que mal se porta vuestra hermanita que llora mucho.

- Vuestra hermanita es una plasta.

Y me voy a reservar algunas joyitas que me da vergüenza hasta escribir. Total que  acabé hasta las narices de escuchar tonterías.

Así es que en cuanto llegamos a casa me encargué de decirles cómo son las cosas de verdad. Que tanto niños como niñas pueden llorar, que hay muchas mujeres futbolistas y que los niños pueden jugar con muñecas y ser unos papás estupendos. ¡Ah! Y que los bebés lloran porque no saben expresarse de otra forma.

Gracias por leerme.

jueves, 25 de febrero de 2016

10 COSAS QUE ME VUELVEN LOCA DE JEFE INDIO

Adoro a mis hijos, a los tres (supongo que como todas las madres) pero en los días malos, de cansancio y desesperación, cuando ya están en la cama y he descansado en el sofá un rato y les tapo al irme a la cama, me vienen a la cabeza esas pequeñas cosas que me vuelven loca de ellos.

No me enrollo más y empiezo con Jefe Indio:

1. Esos abrazos y esos besos que me da cuando le meto en la cama porque para él nunca es buen momento para irse a dormir y se pone zalamero y yo muero de amor y entro en su juego y nos podemos tirar dándonos besos y diciéndonos lo mucho que nos queremos durante más de diez minutos.

2. La pasión que le pone a todo, ya sea bueno o malo. Para él lo malo es malísimo y parece que se acaba el mundo pero lo bueno es lo mejor y lo disfruta al 1000x1000. Y sí, verle sufrir no me gusta nada pero ver cómo se emociona cuando algo le gusta o le sale algo bien compensa con creces lo malo.

3. La capacidad de emocionarse con cada nuevo descubrimiento, con cada pequeña cosa. Es como si todos los días fueran nuevos para él. 

4. Que le encante el deporte. Me gusta porque creo que el deporte aporta muchas cosas buenas. En su caso lo que más le gusta es el fútbol y aunque no sea el deporte que elegiría yo para él, es el que él ha elegido y está aprendiendo mucho: a trabajar en equipo, a esforzarse, a comprometerse, a saber perder (sí, no han ganado ni un partido en toda la temporada),...

5. Su independencia, ver cómo quiere hacer cosas nuevas él solo, que le apetezca tener un rato para él sin sus hermanas, con sus amigos. Me gusta que le parezca genial bajar la basura o recoger la mesa o prepararse su mochila del colegios. Estas cosas le hacen sentirse mayor y aunque yo pararía el tiempo y le dejaría así, se que a él le gusta hacerlo porque se siente mayor e independiente.

6. Que haga de rabiar a su hermana. A ver, no me gusta que se peleen y se que a Jefa India le molesta mucho y en esos momentos me ponen de los nervios. Pero cuando lo pienso me parto, no lo puedo  evitar porque tiene un arte pinchándola que no es normal y se que algún día recordarán estas peleas con mucho cariño (como yo recuerdo las mías con mi hermano) y a mí se me ablanda el corazón. 



7. Su extroversión. De primeras Jefe Indio parece tímido pero va haciendo amigos por todas partes. El balón es su aliado y cualquier niño es un buen compañero de juego para echar un partidillo. Además de vez en cuando me dice muy serio: "Mamá, ¿a qué yo me hago amigos en cualquier sitio?" Y yo me derrito...

8. Lo bien que come. Todo le gusta y presumo de niño que prueba todo. Me encanta verle comer tomate, verduras y pescado. Quizá yo soy muy especial con la comida, ahora me gusta más cosas pero siempre he comido muy mal y por eso me gusta tanto que él siempre esté dispuesto a probar cosas nuevas.

9. Que lea todas las noches antes de dormirse. Otra buena excusa para alargar la hora de irse a la cama, pero si es por la lectura yo encantada.

10. Que adore a Pequeña India, que se ocupe de ella, que la vigile cuando yo no puedo, que juegue con ella y que la cuide tanto. Que los fines de semana se sienten los dos a jugar en la cocina mientras yo tomo el café a las 7:00 de la mañana porque los dos comparten su poca afición por la cama. Me los comería a besos...


Podría seguir y seguro que se me olvida alguna pero he dicho 10.

Gracias por leerme.

lunes, 22 de febrero de 2016

COSAS ÚTILES PARA EL TERCER BEBÉ


Recuerdo que embarazada de Jefe Indio tenía una lista interminables de cosas que comprar antes de darle la bienvenida al mundo. Y como madre primeriza pequé y me hice con todo lo que ponía en aquella lista. Al poco tiempo de que naciera me di cuenta de que la mitad de las cosas no me hacían falta. Pero la verdad, es difícil hacer caso a los consejos de la gente que te dice que esperes un poco a ver si lo necesitas o no.

Cuando Jefa India fue creciendo regale muchas de las cosas de bebé que tenía porque la verdad, aunque siempre he querido tener tres hijos, Gran Jefe no estaba muy por la labor y pensé que sería difícil que cambiara de opinión.

Por suerte cambió y ahora somos una familia de cinco. 

Cuando me quedé embarazada de Pequeña India no tenía casi nada de los útiles que se consideran "necesarios" para un bebé. Lo único que me quedaba era la silla del coche y el carro (un trío de Bebé Confort) que estaba hecho polvo y que había pasado, a parte de por mis dos Indios mayores, por el hijo de una amiga, el hijo de mi prima y el sobrino de mi hermano.

El carro lo usé durante los tres primeros meses pero después terminó de romperse y tuve que comprar otro, porque aunque también teníamos guardada la Macaren Quest de Jefa India, ella todavía la usaba en los viajes y además Pequeña India era muy peque para ponerla ahí aún.

Así es que esta es la lista de las cosas imprescindibles y que más me han gustado de las que he usado con Pequeña India:

- El carro: como ya os he dicho se nos rompió cuando la peque tenía tres meses. Como ya hacía buen tiempo no queríamos comprar un trio porque lo veíamos una tontería. Además queríamos algo que ya nos sirviera para más tiempo. Pero si queríamos uno que se reclinara del todo y a poder ser que la niña fuera mirando hacia nosotros. Yo me encapriché (porque esto fue un capricho) del Bugaboo Bee 3 y al final lo compramos. Estuvimos dudando entre ese y la Maclaren Techno XT (que entre otras cosas era la mitad de barata) porque hubo un momento en que pensé que igual le dábamos más uso la la McLaren. Al final nos decidimos por el Bugaboo principalmente porque Pequeña India podía ir mirando hacia nosotros. Y la verdad, es que con estoy encantada. Se lleva genial, se pliega fenomenal, ocupa poco espacio y la niña va encantada. Además la capota es extensible y para los días de verano viene fenomenal y no tienes que andar peleando con la sombrilla. Me alegro de haber acertado.






- Bañera: es otra de las cosas que di cuando Jefa India empezó a compartir baño con su hermano. Con los mayores teníamos una con patas y cambiador de Jané que nos resultó súper útil. Es verdad que abultaba mucho en el baño que teníamos, que era bastante pequeño, pero no te dejabas los riñones para bañarlos. La pena es que no la guardé y se la di a unos vecinos a los que perdí la pista.



Para Pequeña India nos dejaron unos amigos una parecida (Gracias B., que se que me lees). También era alta y con patas pero no tenía cambiador. No era tan útil pero los primeros meses tiramos con ella. Luego compramos la plegable de Stokke porque como los mayores ya prefieren ducharse era un gasto de agua innecesario llenar la bañera grande para Pequeña India sólo.



- El fular elástico: concretamente compramos el Boba Wrap. Dudé bastante si comprarlo o no porque pensé que me iba a resultar complicado ponérmelo. Pero acerté otra vez. Lo he usado muchísimo para llevar y recoger a los niños del colegio. También por las tardes cuando Pequeña India estaba pesadona y con el jaleo de sus hermanos no había forma de dormirla. Me la ponía en el pecho en el Boba y mientras atendía a los mayores se quedaba dormidita. El único pero que le pongo es que la primavera pasada fue muy calurosa y a partir de Mayo me daba mucho calor y la Pequeña India era demasiado canija para ir en la mochila aún.



- La mochila ergonómica: en realidad tengo dos. Mis amigas me regalaron para Pequeña India la Boba 4G. No se por qué pero no me resultaba muy cómoda y al final terminé ahorrando y me compré la Tula Baby. Estoy encantada con ella y Pequeña India también. De vez en cuando también la uso con Jefa India y reparte fenomenal el peso.





- La trona plegable: pues sí, me la regalaron unos amigos también. Y me ha resultado (y me sigue resultando súper útil). Es un bolso donde puedes llevar todas las cosas del bebé que fácilmente se convierte en trona. Nosotros la usamos muchísimo y como generalmente vamos a tope de cosas de los niños nos viene fenomenal. Meto todo lo de Pequeña India en ella y cuando vamos a comer la monto en un momento. La nuestra es de Jané.





Y a vosotr@s, ¿ qué os ha resultado útil?

Gracias por leerme.

jueves, 18 de febrero de 2016

NOCHES EN VELA

El otro día escribí un tweet que decía más o menos así: "Nunca me imaginé, después de 34 años sin pintarme ningún día, que el antiojeras sería mi mejor aliado cada mañana" Y sí, estoy muerta de sueño, continuamente y todo lo que eso conlleva: malhumor, apatía, irascibilidad, pocas ganas de hablar, pocas ganas de jugar con los niños. En una palabra, estoy INSOPORTABLE.

Mis Indios han sido bastante diferentes a la hora de dormir.

El Mayor dormía poquísimo. Recuerdo que de bebé hacíamos concursos a ver quién conseguía dormirle más rato (en brazos, por supuesto, porque cualquier otra opción no era viable...). Yo pensaba que TODOS los bebés dormían casi todo el día, así es que estaba continuamente intentando que durmiera. Me pasaba horas y horas acunándole para que luego aguantara 10 o 15 minutos. Un día, cuando Jefe Indio tenía casi dos meses se me encendió la bombilla de madre y me di cuenta de que alomejor el niño no tenía sueño. Empecé a pillarle el truco y la cosa mejoró durante el día. Una mini siesta de 20 minutos a media mañana, una siesta de una hora al medio día y otra mini siesta de 20 minutos a eso de las 7 de la tarde. Pero la noche, ¡ay! la noche, era otra historia... Con el último biberón se quedaba dormido a eso de las 11 de la noche. Pero a las dos o tres horas ya estaba despierto y el problema era que le costaba mucho trabajo volver a conciliar el sueño. Así estuvimos hasta los 3 años y medio más o menos. Aún recuerdo embarazada de Jefa India (Jefe Indio tenía 13 meses) las noches sin dormir. Era agotador... Cuando se despertaba me metía en su cama y no funcionaba, le daba un biberon y tampoco, le metía en mi cama y nada de nada. Al final desesperada me le llevaba al salón y nos poníamos la tele. Solía caer rendido a las 6 de la mañana otra vez, pero a las 8 había que despertarse para ir a la Escuela porque me tenía  ir a trabajar. Pero el aguantaba el tirón y era un niño activo y feliz, así es que mucho sueño no tendría... Cuando tenía tres años y medio nos mudamos de casa y sin saber cómo empezó a dormir del tirón casi todas las noches y si se despertaba solía dormirse en cuanto me tumbaba con él en la cama. Eso sí, sin siesta y no más de 9 horas.



Jefa India fue completamente distinta. Dormía como un tronco y juro que no hice nada diferente con ella. La acostumbré a los brazos como a su hermano y durmió en nuestra cama, pero ella era así. Con tres meses dormía de 9 de la noche a 9 de la mañana (Sí, yo también pensaba que esos bebés no existían...). De hecho, los días que Jefe Indio estaba en casa a la hora de la siesta, la dejaba un momento en su cuna para dormir al mayor en la cama y cuando miraba ya se había quedado sopa. Con un año empezó a dormir en su cama, en la habitación con su hermano y a pesar de que Jefe Indio daba unas noches de espanto ella ni se inmutaba. Desde hace unos meses anda con miedos pero en cuanto te metes en la cama con ella se queda dormida.


Pequeña India no ha necesitado nunca dormir mucho. Desde que llegamos con ella a casa del hospital por las tardes, con sus hermanos jugando y gritando, no había quién la durmiera. Cuando se ponía nerviosa de tanto jaleo la metía en el Boba Wrap y ahí dormitaba un poco o se echaba un sueñecito en la teta. Por las mañana, que había más tranquilidad en casa, dormía una buena siesta a media mañana y otra al medio día hasta que íbamos a buscar a sus hermanos al colegio. Pero por las noches era una bendita. Los primeros meses durmió en nuestra cama directamente. Y cuando tuvo 5 meses pusimos una cuna normal que convertimos en una de colecho. La dormía en nuestra cama y luego la pasaba a su cunita y podía despertarse una o dos veces, como mucho. Incluso hizo alguna noche del tirón ( haciendo que el pecho se me pusiera duro como una piedra). Pero esto cambió cuando cumplió 10 meses. Hoy por hoy los despertares son continuos, cada hora más o menos pide teta, y ha coincidido justo con el comienzo de mis prácticas y por tanto, su comienzo en la Escuela Infantil. Ya sé que es normal pero es que estoy agotada. Y Gran Jefe también (con el agravante de que últimamente le ha tocado trabajar de noche y se acuesta tardisimo).


Así es que como podéis imaginaros el panorama nocturno de nuestra casa es bastante desalentador. Pequeña India despertándose cada hora. En algunas tomas nos quedamos fritas las dos al minuto. En otras se se desvela  ella y en la mayoría me desvelo yo. Sobre las 4 de la mañana Jefa India se despierta con miedo. Si Gran Jefe no ha llegado muy tarde la atiende él pero si no voy yo, me tumbo con ella y a veces me quedo dormida hasta que Pequeña India vuelve a despertarse. Otras me desvelo y me vuelvo a mi cama y cuando me estoy quedando frita ¡no falla! Pequeña India quiere su teta...

Jefe Indio ya no suele despertarse (a veces nos reímos pensando que es el que mejor duerme ahora, por no llorar ¡claro!), pero eso sí a las 7 de la mañana toca diana porque él no duerme hasta más tarde, no sea que vaya a perderse algo...



Así es que voy por la vida como una zombie cualquiera sacada de "The Walking Dead". Y claro, la Escuela Infantil está llena de espejos para el desarrollo de los peques y aunque no quiera, me veo y mis ojeras a veces dan miedo...Supongo que en algún momento de mi vida volveré a dormir, o no.

Gracias por leerme.




lunes, 15 de febrero de 2016

PRIMER CUMPLE DE PEQUEÑA INDIA


Hoy pequeña, cumples un año, pero ¿cómo ha pasado tan rápido? Hace un año, a estas horas estaba pariéndote, descansando un poco tras ponerme la epidural. Y ahora estás aquí con nosotros, haciéndonos muy felices. Tú llegaste y completaste nuestra familia.


Esta tercera maternidad está siendo completamente distinta para mí, no porque haga cosas diferentes contigo que con tus hermanos, quizá es porque soy más consciente de ella y además sé que ya no habrá más hijos en casa. Siempre he hecho lo que me ha dado la gana, pero quizá con los Jefes Indios estaba más preocupada por lo que pensaran los demás. Jefe Indio abrió el camino, me hizo madre y me hizo entender que la maternidad no es cómo la pintan, que es algo mucho más profundo, plagado de luces y sombras. Jefa India llegó para demostrarme que la maternidad se vive de formas muy distintas, que lo que sirvió con uno no sirve con otro y que el amor que sentía por Jefe Indio no se dividió entre dos, sino que se multiplicó por dos. Y tú, tú me has enseñado a ser más madre, a confiar más en mi instinto, a que me importe un pito lo que digan los demás de mi forma de criar, a no cortarme ni un pelo cuando alguien cuestiona cómo hago (o hacemos) las cosas en casa.


Hoy cumple un año también nuestra lactancia, esa por la que nadie daba un duro, yo la primera. Ahora sé que lo que me faltó con tus hermanos fue confianza, seguridad y tranquilidad. Ahora me siento  completa y no me arrepiento de no haber amamantado a tus hermanos. Me siento en paz conmigo misma y con ellos porque sé que con ellos hice lo mejor que podía hacer en esos momentos. Y darte teta es muy cansado y a veces me desespero porque no duermo pero cuando te veo tan feliz con tu tetita soy incapaz de pensar en quitártela. Las dos funcionamos bien así y tenemos nuestros momentos de querernos tranquilamente en nuestra locura de casa. Porque desde que tú llegaste nuestra doble locura se convirtió en triple locura. Y cuando estoy melancólica, y me fijo en que cuando te doy de mamar tus piernas sobresalen por todos lados, me acuerdo cuando solo necesitaba un brazo para sujetarte porque eras muy bebé. Y me doy cuenta de que el tiempo pasa muy rápido y que no quiero que sigas creciendo. Que me gustaría detener el tiempo y disfrutarte más entre mis brazos. Porque sé, que dentro de poco, aunque siga siendo lo más importante para ti, ya no seré el centro de tu Universo. Querrás jugar con tus amigos, ir al cole, ir a cumpleaños, ...


Por eso cariño, hoy quiero desearte Feliz Cumpleaños. Decirte que tu primera vuelta al sol ha sido preciosa para nosotros. Verte conseguir nuevas habilidades y ver a tus hermanos emocionarse tanto con cada uno de tus nuevos logros: voltearte, gatear, sentarte, andar,... ha sido una experiencia genial. 


Sólo puedo darte las gracias por venir a hacernos tan felices. Te quiero Pequeña India.




jueves, 11 de febrero de 2016

ENTRE PREHISTORIA Y REPTILES

No, no me he vuelto loca, ni he cambiado el tema del blog. Es que con el comienzo del segundo trimestre el el cole de los indios mayores hemos comenzado nuevos proyectos. Una de las cosas que más me gustan de su colegio es que trabajan por proyectos y no tienen libros de texto. Todo parte de un tema y a partir de ahí van trabajando lo que más les llama la atención.

Jefe Indio está trabajando los animales y en concreto su grupo ha decidido centrarse en los reptiles. Así es que ahí andamos investigando todo lo que podemos sobre el tema.

Hemos visto libros, hemos buscado en internet y hemos preparado un pequeño mural para llevar a clase y compartir con los amigos.

Él está emocionado porque si ya mola aprender así, si encima es sobre animales mejor que mejor, porque a parte  del fútbol a Jefe Indio le apasionan los animales.








Jefa India está con la prehistoria. Y también estamos investigando: sobre las pinturas rupestres, la caza, los inventos, las cuevas,... Y ella que es muy de juego simbólico está encantada de la vida buscando palitos, ramas y piedras para conseguir hacer fuego (por nuestro bien, espero que no lo consiga...). Además en el cole han ido de excursión a Arqueopinto y se lo ha pasado en grande. 





Para la semana que viene tenemos que hacer un mural o manualidad con Jefa India sobre los metales que se descubrieron en la Prehistoria. Estoy buscando algo original y fácil de hacer para ella. Si se os ocurre algo ¡podéis ayudarme!

Gracias por leerme.



lunes, 8 de febrero de 2016

NUESTRO HUERTO

Hoy ha sido día no lectivo en Madrid así es que los niños no han tenido colegio. Hemos pasado un día precioso en el que he disfrutado mucho de ellos. 

Por la mañana hemos ido a comprar pañales y toallitas para Pequeña India. 



Por la tarde pensábamos salir un rato al parque pero al medio día se ha empezado a nublar y a levantarse mucho viento y nos hemos quedado sin plan. Ya  estaban empezando a ponerse pesados cuando me he acordado de que tenía guardado un kit para plantar del cumpleaños de Jefe Indio. Estábamos esperando a la primavera para hacerlo pero como está siendo un invierno tan suave no creo que pase nada por plantar ahora.


El kit se lo regalaron a Jefe Indio sus amigos y es de Dideco. La verdad es que está fenomenal y les ha encantado plantar.




Te vienen cuatro bolsitas con semillas (lechuga, lechuga de verano, tomate cherry y espinacas), unas macetas pequeñas, unas etiquetas para poner el nombre de lo que plantas y una bolsa de tierra.






En media hora lo hemos dejado todo preparado. Hemos echado tierra en cada maceta, tres semillas y luego las hemos cubierto con más tierra. Por último hemos regado.

Así es que ahora solo nos queda esperar pacientemente (jijijiji). Cuando empiecen a salir las plantas las transplantaremos a tiestos más grandes.




viernes, 5 de febrero de 2016

EL PARTO DE JEFA INDIA

Como ya os conté, el parto de Jefe Indio fue una caca. No me culpo por ello, fue así y ya pasé página hace muchos años. Además la vida me ha regalado otros dos partos preciosos. El de la Pequeña ya os lo conté y hoy voy a contaros el de mi Mediana.

A pesar de haber tenido un parto malísimo con el mayor, no me planteé parir en otro hospital. Era lo más cómodo y lo que todo el mundo esperaba que hiciera. Además, en esos momentos mi ginecóloga era algo así como una salvadora que había conseguido que pariese en vez de ir a cesárea.

Tuve un segundo embarazo buenísimo a pesar de no dormir casi nada porque Jefe Indio decidía desvelarse a las cuatro de la mañana noche sí y noche también. En su embarazo, en la semana 34 me subió bastante la tensión pero cuando me dieron la baja ésta se mantuvo, alta pero sin picos excesivos.

Con Jefa India también me subió la tensión y mucho. Y a pesar de coger la baja no se estabilizó. A partir de la semana 35 me tomaba la tensión a diario (unas tres veces tuve que ir a Urgencias) y me hacían analítica de sangre y orina todas las semanas. Estaba todo controlado pero aun así en la semana 37 me hablaron de inducir a la semana siguiente. Y yo acepté. Acepté convencida de que una inducción en un hospital privado terminaría siendo cesárea. 


Así es que el 7 de Octubre de 2011, después de monitores y consulta con mi ginecóloga, ingresé por Urgencias en el hospital. Jefe Indio estaba con mis padres y le llevaron a casa de mis suegros para que mi madre pudiera venir al hospital. Sólo quería que estuvieran allí mi Gran Jefe y mi madre. Los demás ya vendrían a conocer a Jefa India cuando fuera el momento, que yo pensaba que sería al día siguiente. Después del parto tan largo y duro que había tenido con mi mayor, imaginaba que éste sería por el estilo.

A las 13:00 más o menos me subieron a la habitación. Enseguida vino una enfermera a ponerme una vía para comenzar con la inducción. A los cinco minutos vino la matrona a presentarse y explicarme cómo iba a ser el proceso. Era encantadora. Yo estaba muerta de miedo y me disculpé incluso y la puse en antecedentes: "Es que tengo un umbral del dolor muy bajo (palabras de la matrona del parto de Jefe Indio)". Me contestó que no me preocupara por eso, que íbamos a ir a mi ritmo y muy despacito. No me exploró y me dijo que intentara andar todo lo que pudiera para que las contracciones fueran apareciendo con la ayuda de la oxitocina. Y eso es lo que hice, habitación para arriba y para abajo con mi gotero en mano. Así estuve un par de horas, con unas contracciones suaves que me daban tregua para respirar y coger fuerzas.

Sobre las 15:oo, la matrona volvió. Como me fastidia no acordarme de su nombre... Me pidió permiso para explorarme y se lo di. La cosa marchaba bien, ya estaba dilatada de 3 cm, y a partir de aquí la cosa iría más rápido. Me comentó que las contracciones serían más efectivas si rompíamos la bolsa. A pesar de la experiencia en el parto del mayor, accedí. Hoy por hoy no se si diría que sí, pero en esos momentos confiaba tanto en ella que accedí. Con mucho cariño y cuidado rompió la bolsa y al cabo de una hora más o menos las contracciones se hicieron insoportables. La llamé y le pedí la epidural. Enseguida vinieron a por mí para llevarme a poner la epidural. Entre medias recuerdo que entró un enfermero a tomarme la tensión. Me vio de pie apoyada en la cama y me preguntó "¿Estás bien?" Yo se que lo hizo con buena intención, pero estas cosas no se deberían preguntar en medio de un parto. "No, me muero de dolor con cada contracción" le dije con mi mejor cara de asco. Menos mal que enseguida vinieron a por mí y me pusieron la epidural.

Cuando volví a la habitación, la matrona me dijo que me pusiera de lado, que la niña seguía un poco alta y así la ayudaríamos. Aquí perdí la noción del tiempo. Sólo recuerdo a Gran Jefe acompañándome y dándome ánimos. La epidural no terminaba de hacer efecto y las contracciones dolían mucho. Sobre las 17:30 empecé a tener ganas de empujar. La matrona vino y me pidió permiso para explorarme de nuevo. Accedí. Estaba en completa y me dijo que empezara a empujar cuando tuviera ganas para que Jefa India fuera bajando. Y eso es lo que hice. Al cabo de una hora sentí que ya casi había llegado el momento. La matrona volvió a la habitación y al verme me dijo que nos íbamos al paritorio. Mi marido no se lo creía y ella le invitó a tocar a la niña. Yo también lo hice y eso me dio la fuerza que necesitaba. Me dijo, "¿Ves? Ya está aquí... Podrías tenerla hasta en la habitación" Y yo le dije, "Y ¿por qué no?" Pero los protocolos son los protocolos y en hospital privado se pare en el paritorio y con un ginecólogo presente.

De camino al paritorio el celador me dijo que no empujara. Obviamente no le hice caso. Y él siguió insistiendo. Le dije que la matrona me había dicho que empujara cuando tuviera ganas. Él me contestó y menos mal que apareció la matrona, que si no, nos enzarzamos en una discusión en pleno parto. Una vez dentro del paritorio y con la matrona solamente seguí empujando. Mi ginecóloga no llegaba. Sentí que me rompía y al siguiente empujón nacía mi Jefa India, sin ginecóloga que me salvara la vida, sin ayuda de la matrona, sin maniobras extrañas. Allí sólo estábamos la matrona, mi marido y yo. Y en segundo plano, esperando discretamente la pediatra. Cogí a mi niña y la puse en mi pecho. Ella me miraba con los ojos de par en par. Yo lloraba sin parar llenándola de besos. Mi marido nos besaba a ambas. Y ahí lo entendí todo. Podía parir y no necesitaba ayuda de nadie, sólo un buen acompañamiento. Me sentí tan poderosa. Es una sensación que me acompañará toda la vida. Eran las 19:15 de la tarde.

A los 10 minutos apareció la ginecóloga, me cosió un pequeño desgarro tras expulsar la placenta  y revisó que todo estuviera bien. Mi niña seguía en mi pecho y yo me sentía feliz. Volvimos a la habitación los tres y la enganché al pecho con ayuda de la matrona. Como sabéis esta lactancia fue un fracaso también pero su parto fue estupendo.




Gracias por leerme.

miércoles, 3 de febrero de 2016

NO COME PORQUE SIGUE CON LA TETA

Tengo un par de posts a medias, el del parto de Jefa India y otro sobre mis prácticas en la Escuela Infantil. Tenía pensado buscar un hueco hoy para acabarlos (porque esta semana estoy a tope y no he podido publicar nada de nada) pero hoy me he cabreado enfadado y es que hay frases que son una auténtica estupidez como la del título.

Hoy estaba yo tan feliz en mis prácticas con uno de los grupos de 1-2 años, concretamente los más peques de este nivel (tienen entre 14 y 18 meses) con las dos educadoras que para mi gusto más se lo curran de la escuela, achuchando, cogiendo, mimando, respetando ritmos,... Hemos pasado una mañana buenísima, hemos salido al patio y han desfogado, gateado, andado, alguno hay que ya se atreve a correr o incluso a saltar. Y ha llegado la hora de la comida.




Les hemos lavado a todos las manos y les hemos sentado a comer. En este aula todavía comen puré y luego se ofrece el sólido como complemento. Casi todos comen bastante bien, unos mejor que otros pero hay uno, N., que hoy no tenía mucha hambre. Este bebé niño tiene 15 meses (3 meses más que Pequeña India). Se ha comido un buen plato de puré (el doble de lo que toma Pequeña India) y cuando le han ofrecido el sólido, que hoy era pescado no quería comer más.

Una de las educadoras ha dicho "Ainssss... N,N, siempre igual con la comida..." Yo, que estaba alucinando con el plato de puré que se había metido entre pecho y espalda, le he preguntado a la profesora, "¿Come mal?", y su respuesta ha sido:

- Sí, como sigue con la teta,...

Ahí me ha cambiado la cara, y pensaba callarme y seguir a lo mío pero no he podido. Le he contestado, de buen rollo, claro, "pues mi pequeña come genial y sigue tomando teta, y sólo es tres meses más pequeña que N". Ella ha reculado un poco y ha intentado justificarse. Repito, que me cae genial esta educadora y trata a los niños con un cariño enorme pero aún sigue habiendo mucha desinformación respecto a la Lactancia Materna.



Para mí, este niño come genial y en caso de que comiera mal, mejor que siguiera tomando teta que nada. Conozco a muchos niños y niñas que comen mal y no toman teta. A muchos que comen estupendamente y toman teta. Así es que, yo, personalmente, no encuentro la relación entre comer mal y tomar teta. Pero es una creencia bastante generalizada. Es más, si tu vas al pediatra y le comentas que tu hijo o hija no come bien y que sigue tomando teta, lo primero que te aconsejará (por desgracia) es fuera teta.

A mí no me ha pasado, pero a una mamá de un niño de la clase de Jefa India sí. Su hijo mayor no comía nada y preocupada fue al pediatra. Éste le recomendó que dejara la teta para que el niño tuviera hambre. El desenlace fue que el niño seguía sin comer y sin tomar teta. Con su hija pequeña le ha pasado lo mismo y la solución del pediatra fue la misma. Menos mal que la experiencia es un grado y esta madre ha seguido felizmente con su lactancia. La pena es que ese pediatra se cargó su primera lactancia y es algo que no consigo entender.




La cosa se ha quedado ahí y ya os contaré próximamente en un post cosas que me están gustando de la Escuela Infantil y cosas que no.

Gracias por leerme.