viernes, 27 de noviembre de 2015

LA HISTORIA DE MIS LACTANCIAS (PARTE II)

Sigo por donde lo dejé el otro día...

Un 6 de febrero de 2011 me hice una prueba de embarazo. Positivo. ¡Estaba embarazada!
Tras el shock inicial porque los niños se llevarían 22 meses disfruté un montón de mi embarazo. Ni una complicación. Además sería una niña. Mi D. A las 35 semanas empecé a tener la tensión muy alta. No era preeclampsia pero me tenían muy controlada. Tras varias idas y venidas a Urgencias por subidones de tensión, un viernes 7 de Octubre de 2011 me indujeron el parto. Estaba de 38 semanas. El parto también es otra historia pero fue rápido y me sentí muy poderosa. Me había informado, ya no era la que era cuando nació Saúl y tenía las cosas claras. Pero tenía claro que no iba a sufrir por el pecho también. ¡Qué error! No me había empoderado lo suficiente…
Nada más nacer, mi número 2 vino directa al pecho. Era tan preciosa… Una buena matrona me ayudó con la postura y se enganchó sin pezoneras en ambos pechos. Pero su turno terminaba y las enfermeras de planta otra vez sabían bastante poco de lactancia materna. Otra vez grietas, otra vez pezoneras, otra vez biberones,… Se puede decir que mi mediana salió del hospital con un biberón debajo del brazo.
En casa seguí intentándolo con la lactancia materna. Mi marido empezó a trabajar a los dos días así es que mi madre vino a pasar otra vez unos días a casa. La lactancia funcionó hasta que mi madre volvió a su casa. Otra vez tuve fiebre y mastitis. Y el miedo pudo conmigo. Fui al ginecólogo a por la receta de las pastillas para cortar la leche y las compré. Tarde un par de días en tomármelas porque aún me aferraba a dar el pecho. Pero cuando me vi sola con dos bebes y con dolores no resistí y me las tomé. Daniela tenía 15 días. 

Y así pasaron casi tres años maravillosos. Mis hijos crecían, yo me ocupaba de ellos y éramos muy felices. Cada vez leía más cosas sobre maternidad y lactancia. Haber tenido dos experiencias tan malas y duras con el pecho hacía que cada vez quisiera saber más sobre el tema. ¿Qué había fallado? ¿Qué se podría haber hecho?... Me leí todos los libros de Carlos Gonzáles, de Rosa Jové, me volví “adicta” a los relatos de parto y lactancia y lógicamente las ganas de tener otro hijo volvieron. Me costó un poco convencer a mi marido y un poco quedarme embarazada pero el día 2 de Junio de 2014 las dos rayitas aparecieron en el test de embarazo. ¡Qué felicidad!

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